Nueva técnica para tratar el dolor crónico

sábado, 24 de agosto de 2013
El neuromodulador comenzó a aplicarse en casos de fractura vertebral osteoporótica y ahora también en los que afectan al sistema nervioso central

Cuando se sufre un dolor que persiste más de seis meses, provocado por una lesión, una enfermedad o sin causa aparente, se habla de “dolor crónico”. En España lo sufre 17 % de la población. El más difícil de tratar es el que afecta al sistema nervioso central o periférico, conocido como “dolor neuropático complejo”, que emite una señal desproporcionada ante un estímulo subyacente.

Para tratarlo con éxito, la unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Bellvitge ha comenzado a utilizar un sistema llamado “neuromodulador”, hecho a medida del paciente. De manera no invasiva y reversible, la técnica “modula la información neuronal creada por el dolor, siempre que este no se pueda curar con fármacos”.

Modulando la señal del dolor

“El dispositivo consiste en un marcapasos que se implanta de forma percutánea y envía impulsos eléctricos controlados a unos electrodos que se colocan en el espacio epidural o los nervios periféricos”, afirma el doctor Víctor Mayoral, jefe de sección de la unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Bellvitge. “Se modula la señal del dolor y se impide que llegue al cerebro con la misma intensidad”.

En este centro ya se había implantado la consulta multidisciplinar con pacientes con fractura vertebral osteoporótica, que implica a todos los especialistas. Ahora lo aplican en aquellos aquejados con dolor neuropático complejo. “Necesitan de estudios neurofisiológicos muy precisos para saber el grado de severidad y cuáles son los nervios afectados”, explica el doctor Mayoral. “Las visitas multidisciplinarias con los pacientes nos permiten una interacción directa entre todos los profesionales y, así, una orientación más efectiva”.

De las personas que sufren dolor crónico en España, 4,5% lo tienen con carácter intenso y 9 % a diario. Los dolores más frecuentes se alojan en la espalda, huesos y articulaciones, lo que provoca insomnio, ansiedad y depresión. Según señala el Hospital Universitario de Bellvitge en una nota de prensa, el dolor crónico provoca costes directos, por la asistencia sanitaria, e indirectos, por el absentismo laboral. Sumados alcanza 2,5 % del PIB español.


Via .lavozdigital.es

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