Ejercicio físico y su impacto en la salud ¿Cuál es la intensidad y la duración adecuada?

martes, 24 de septiembre de 2013

No hay duda de que la práctica de ejercicio físico es un factor de prevención para el control de los factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no existe un consenso específico sobre el tipo de ejercicio y su duración que asegure una prevención significativa. Con el fin de alcanzarlo se realizan numerosos estudios epidemiológicos que determinen qué nivel de actividad se asocia con una menor incidencia o desarrollo de sufrir la enfermedad.

Actualmente, en lo que se refiere a las recomendaciones, se distinguen dos concepciones en cuanto a la cantidad e intensidad de la actividad física.

 El Colegio Americano de Medicina del Deporte considera que es más importante que la población fomente la calidad de ejercicio. Según esta institución, se debe trabajar para conseguir un “nivel de adaptación óptima o umbral”, mejorando la salud cardiovascular y músculo esquelética.
Asimismo, recomienda combinar ejercicio aeróbico de intensidad moderada durante aproximadamente 30 minutos, al menos cinco días a la semana, con ejercicios de fuerza que impliquen a los principales grupos musculares. También se pueden sustituir los 30 minutos por 20 minutos de mayor intensidad al menos tres días a la semana.

Estas recomendaciones basadas en la intensidad no son compartidas por algunos grupos de investigación de Estados Unidos y Reino Unido, como los pertenecientes al Instituto de Investigación sobre la Resistencia Física de Dallas, que consideran importante el gasto calórico obtenido con cada ejercicio. El objetivo mínimo debe ser gastar 150 kilocalorías al día, independientemente de cómo se efectúe este gasto. Este gasto de energía es acumulativo, con lo que a lo largo de la semana y meses se puede conseguir un balance negativo en el equilibrio ingesta-gasto.

SPRIM, grupo global especializado en hábitos de vida saludable, trabaja a través de distintas iniciativas en el fomento de la actividad física en la población española. Existe suficiente evidencia para recomendar la práctica de ejercicio a todas las edades, por sus potenciales beneficios en la salud en general y especialmente, como ayuda indispensable en un programa de pérdida de peso. Respecto a las recomendaciones prácticas, destacan la constancia como factor clave para conseguir los beneficios. El ejercicio de intensidad moderada pero practicado de forma regular consigue mayores resultados que esfuerzos puntuales de intensa actividad. Por eso es muy importante individualizar el tipo de ejercicio a la rutina diaria de cada uno, especialmente con los horarios actuales tan apretados.

En la siguiente tabla se puede consultar el gasto energético que suponen distintas actividades, muchas de ellas presentes en nuestra vida:





Via nutricionyprevencion.com

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