Los sofocos durante la menopausia

jueves, 10 de octubre de 2013
Un sofoco es una sensación momentánea de calor que puede ir acompañada de enrojecimiento de la cara y sudoración. La causa real de los sofocos aún se desconoce, pero al  parecer están relacionados con pequeños cambios en la circulación de la sangre.

Los sofocos se producen cuando los vasos sanguíneos que se encuentran más cerca de la superficie de la piel, sobre todo en la zona de la cara, se dilatan para aumentar la transpiración y así conseguir reducir la temperatura corporal. Algunas mujeres también experimentan un aumento del ritmo cardíaco y la aparición de escalofríos. Este tipo de sofocos pueden aparecer durante la noche, interrumpiendo el ritmo de sueño y alterando la sensación de bienestar de la mujer.

La gravedad y la duración de los sofocos varían de una mujer a otra durante la menopausia. Algunas los experimenta durante un periodo muy corto de tiempo a lo largo de la menopausia, en cambio otras pueden tener sofocos de por vida. En general, los sofocos suelen ser menos intensos con el tiempo.

A pesar de que resulta imposible evitar por completo los sofocos durante la menopausia, hay ciertos factores que pueden provocar que aparezcan con más frecuencia y que sean más intensos de lo normal. Para prevenir los sofocos, evita estos desencadenantes:

    Estrés
    Cafeína
    Alimentos picantes
    Ropa apretada
    Calor
    El tabaco y el humo del tabaco

 Además de estas recomendaciones, durante la menopausia puedes poner en práctica lo siguientes hábitos:

    Mantén la calma.
    Mantén tu habitación fresca durante la noche.
    Usa ventiladores durante el día.
    Elije ropa hecha con tejidos frescos como el algodón.
    Practica la respiración abdominal durante 15 minutos por la mañana y durante 15 minutos por la tarde (seis a ocho respiraciones por minuto).
    Haz ejercicio todos los días. Camina, nada, baila y monta en bicicleta para reducir los efectos de los sofocos.
    Habla con tu médico acerca de la posibilidad de comenzar una terapia de sustitución hormonal (TSH). Este tratamiento que previene la aparición de sofocos en muchas mujeres, además, puede ayudar a reducir otros síntomas de la menopausia como la sequedad vaginal o los trastornos del estado de ánimo.

Aunque algunas terapias alternativas como tratamientos botánicos y de hierbas han demostrado tener cierta efectividad en el tratamiento de los síntomas de la menopausia, aún son necesarias investigaciones más profundas para que sus beneficios y efectos secundarios estén plenamente contrastados.

Algunos productos botánicos y hierbas que pueden ayudar a aliviar los sofocos son:

    Derivados de la Soja. Las semillas de la soja contienen isoflavonas y tienen efectos similares al estrógeno por lo que pueden reducir la frecuencia y la intensidad de los sofocos. Sin embargo, los resultados de las investigaciones han sido en muchos casos contradictorios. De todas formas, se recomienda la ingesta de soja y sus derivados, no de suplementos en pastilla.
    Cohosh negro. Algunos estudios sugieren que el cohosh negro puede ser de utilidad para el tratamiento de los sofocos y los sudores nocturnos a corto plazo (seis meses o menos).
    Aceite de onagra. Es otro alimento que se utiliza a menudo para el tratamiento de los sofocos aunque no exista ninguna evidencia científica que lo sustente. Los efectos secundarios de su consumo incluyen náuseas y diarrea.
    Linaza. Aunque no exista ninguna evidencia científica que apoye el uso de la linaza, se suele utilizar para disminuir los síntomas de la menopausia, especialmente los sofocos.

Asegúrate de hablar con tu médico antes de tomar cualquier tipo de medicamento o de hierba para aliviar los sofocos. Ten en cuenta que pueden ser temporales y que puedes ser capaz de  controlarlos si ningún tipo de tratamiento..

Via saludyvidasana.es

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