Soledad, peligrosa para el adulto mayor

sábado, 29 de marzo de 2014

La soledad es un importante factor de riesgo para la muerte prematura en la tercera edad. Conoce el estudio.

Aislarse en extremo puede poner en aprietos nuestras expectativas de una vida longeva. Así lo demuestra un reciente estudio llevado a cabo en la Universidad de Chicago, en los Estados Unidos.

El profesor de psicología John Cacioppo comentó que la soledad puede acelerar en un 14% el riesgo de tener una muerte prematura “Las personas mayores que viven acompañadas o que tienen vínculos sociales satisfactorios ya sea con familiares o amigos, desarrollan una mejor capacidad de recuperación para sobrellevar las adversidades y gestionar las tensiones del día a día”.

Según el especialista, las personas que viven en soledad tienen una presión arterial más alta, tienen un sueño irregular, sufren de mayores niveles de estrés y depresión y tienen un deterioro más profundo en su calidad de vida.

El aislamiento, nocivo

Y es que a medida que se avanza en el camino de la vida, muchas personas optan por encerrarse, por evitar el contacto con otro ser humano, por esquivar cualquier reunión familiar o paseo con los amigos. Y aunque muchos piensen que estar “solo” es normal a esta edad, el aislamiento crónico y progresivo puede indicar una serie de enfermedades y molestias que pueden afectar gravemente  la salud y el bienestar de  la persona.
Los factores que  generalmente podrían llevar al aislamiento en la tercera edad son:

    Adicciones (alcohol, tabaco, drogas).
    Problemas familiares.
    Estrés.
    Muerte de familiares o seres queridos.
    Cambios en el entorno laboral (despido, jubilación, cambio de trabajo, etc.).
    Cambios en la vida de pareja (conflictos amorosos, separación, viudez).
    Enfermedades mentales (ansiedad, depresión, fobias).
    Enfermedades incapacitantes o dolor crónico.

Pautas para esquivar el aislamiento

    Haz ejercicio: Al hacer ejercicio tres veces a la semana no sólo te sentirás mejor anímicamente, sino que podrás conocer otras personas con tus mismos gustos o aficiones.

    Vigila tus hábitos de sueño y alimentación: dormir o comer de manera deficiente pueden conducirte a la depresión y aislamiento. Consulta a tu médico sobre los hábitos saludables que debes tener en esta etapa de la vida.

    Visita a los amigos: Visitar, llamar o  conversar con un amigo pueden ayudarte a  sentirte mejor contigo mismo y evitar así un aislamiento crónico.

    Acércate a la familia: Sin importar los rencores del pasado, es importante estrechar lazos de amor con tus hijos, sobrinos, nietos y demás familiares. Comparte con ellos el tiempo que sientas necesario para reconfortar tu corazón y ser feliz.

    Comparte un hobbie: Pintar, coser, bailar, etc., son excelentes excusas para conocer nuevos amigos y evitar la soledad. Para más información sobre los hobbies, haz clic aquí.

Aunque mucho del aislamiento en la tercera edad es pasajero y no sugiere preocupación mayor, cuando la persona presenta además ideación suicida, depresión, descuido en su higiene personal, etc. es necesario hablar con el médico de cabecera.

Via sura.com

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