Esta sintomatología es más frecuente de lo que parece y, generalmente, se encuentra asociada a inflamaciones o infecciones del conducto urinario. Es común encontrar esta irregularidad tanto hombres como mujeres que manifiestan tener algún tipo de dolor, ardor o escozor al orinar; no obstante, la morfología de los sistemas reproductor y excretor de las mujeres hacen que éstas sean más propensas a padecer este tipo de complicaciones.
Las posibles causas
Entrar a analizar las causas conlleva a considerar tanto las manifestaciones de las enfermedades asociadas al dolor cuando orinas, como los diversos factores que van desde lo anatómico hasta los hábitos alimenticios, sexuales y de higiene.
Si se trata de enfermedades, entre las más frecuentes tenemos:
La cistitis
Casi siempre genera un fuerte deseo y aumento en la frecuencia para orinar, sumado al dolor que puede presentarse antes o al terminar la micción. Ésta responde a una inflamación de la vejiga que también puede presentarse de manera infecciosa.
Cálculos renales
Al tratarse de formaciones sólidas o cristalizadas que se alojan en los riñones, su expulsión a través de la orina resulta ser bastante dolorosa.
Infección del tracto urinario
Causada por bacterias que entran a la vejiga o al riñón. En las mujeres, es frecuente encontrar este tipo de infecciones, asociándose a aspectos morfológicos como la forma y longitud de la uretra que facilitan el ingreso de microbios desde la región perianal.
Clamidia
Esta es una enfermedad común de transmisión sexual. Sus síntomas aparecen mucho después del contagio y tanto en hombres como mujeres se presenta con secreciones en los órganos genitales y sensación de dolor y ardor al orinar.
De otra parte, los hábitos alimenticios, sexuales y de higiene ocupan un lugar clave al momento de considerar las causas de enfermedades generales y, principalmente la que nos ocupa en este artículo. Por eso, es importante que tengas en cuenta:
Consumo de agua y líquidos
El alto consumo de estos alimentos, contribuye a eliminar más rápidamente los desechos y bacterias a través de la orina.
Consumo de sal
El abuso de este complemento nutricional puede afectar la función renal y de paso producir problemas de hipertensión. De ahí que sea recomendable moderar su ingesta de forma tal que no abuses de su consumo.
Cuidado personal
Los talcos perfumados, las fragancias u otros implementos de aseo que contienen químicos que puedan alterar el PH de la zona genital, es un factor a tener en cuenta si la sensación de dolor se presenta con frecuencia y coincide con el momento después de la ducha.
También debes considerar los casos en que no se tiene una buena higiene de la zona genital, recuerda que es importante realizar por lo menos una ducha diaria.
Actitud responsable en las relaciones sexuales
Sobre este punto, es bien sabido que existe gran cantidad de enfermedades de transmisión sexual y, si bien anteriormente mencionábamos solo una de las que entre sus síntomas generan dolor y ardor al orinar; vale la pena tener en cuenta que este puede ser uno de los dolores mínimos comparado con el daño que este tipo de contagios hacen a tu organismo.
Por ello, asume una actitud responsable y preventiva que te permita disfrutar de la sexualidad sin padecer estas molestas enfermedades.
Signos de alerta
Debemos partir del hecho de que el dolor al orinar es en sí mismo un signo de alerta al que debes prestarle atención. Generalmente, el tratamiento en casa incluye antibióticos y analgésicos, como también beber mucha agua y líquidos.
No obstante, cada caso es particular y requiere de una atención médica personalizada, más aún si adicional al dolor llega a presentarse sangrado al orinar y/o dolor que compromete la parte de atrás de la espalda.
Recomendaciones
Si presentas alguno de estos síntomas, acude a tu médico tratante para que de acuerdo a tu historia clínica, puedas recibir un tratamiento adecuado.
En aras de la prevención y como complemento a sugerencias mencionadas anteriormente:
Adopta hábitos de alimentación saludable en los que las frutas, las verduras y el agua tengan un lugar fundamental en tu dieta diaria.
Mantén una buena higiene, procurando utilizar jabones neutros.
Orina cada dos o tres horas, pues retener este fluido contribuye a que las bacterias se alojen en el tracto urinario y la vejiga.
Orina antes y después de tener relaciones sexuales.
Bebe suficiente agua.
Via mejorconsalud.com
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