Efectos del tabaco en el deportista

sábado, 9 de mayo de 2015
A pesar de que pueda parecer una contradicción de conceptos, aún existen muchos deportistas fumadores. Se trata de aquellas personas que, por un lado, realizan una actividad que mejora la salud y aumentan sus expectativas de vida, y por otro, se administran sustancias tóxicas a través del tabaco que contrarrestan cualquier beneficio obtenido por el ejercicio.

Según el doctor Javier Zulueta, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra, esta relación antagónica se puede enfocar desde dos perspectivas distintas: el efecto del consumo del tabaco por el deportista y la utilidad de la práctica de un ejercicio para facilitar la desintoxicación.

Entre los principales efectos negativos del consumo del tabaco por parte del deportista, y de cualquiera, hay que destacar dos compuestos detonantes:

    El monóxido de carbono (CO): se une a la hemoglobina de la sangre formando carboxihemoglobina (COHb), disminuyendo la capacidad de la sangre de transportar oxígeno a los músculos y demás tejidos del organismo.

    La nicotina: provoca que el músculo se fatigue antes y también se recupere más tarde. Después de dejar de fumar puede tardarse más de un día en eliminar la COHb de la sangre. Además de ser una de las drogas más adictivas que existen, provoca la liberación de sustancias estimulantes con unos efectos cardiovasculares y neurovegetativos que se manifiestan en el ejercicio aumentando la frecuencia cardiaca y la presión arterial. El resultado es que para las mismas cargas de trabajo que cuando no se ha fumado previamente el corazón trabaja más durante el ejercicio.

Así pues, el consumo de tabaco no sólo afecta a los pulmones, el corazón, las arterias y otros órganos, sino que su uso conlleva una reducción notable del rendimiento físico.

Fumar es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, y realizar actividad física siendo fumador pone más aún en peligro nuestra salud.

Si un fumador desea hacer ejercicio debe someterse a un buen chequeo cardiorrespiratorio de esfuerzo. Y debe considerar seriamente dejar el hábito. De hecho, si uno está preparado, hacer ejercicio aumenta considerablemente las posiblidades de dejar de fumar.

Via abcblogs.abc.es

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