Esponjas y estropajos en la cocina, foco de gérmenes

domingo, 12 de julio de 2015
Dentro de la cocina hay muchos puntos de riesgo, desde las superficies hasta los utensilios, las bacterias pueden acumularse en cualquier parte si no hay una correcta higiene. Dentro de los elementos propios de una cocina, los trapos y esponjas son uno de los que mayor foco infeccioso pueden llegar a ser. Así que a estar atentos.

Sucede que, por lo general, estos elementos se guardan al lado del fregaderos, donde más microbios se generan y acumulan, a lo que se suma que permanecen húmedos, un ambiente propicio para la proliferación bacteriana. Las esponjas contaminadas con agentes patógenos como Salmonella, Campylobacter o Staphylococcus aureus son capaces de transferirlos a superficies de acero inoxidable.

Un estropajo que se ha usado por más de dos o tres días puede albergar cientos de bacterias. Si se utiliza para limpiar una superficie, lo que se está haciendo es extender los patógenos a otras zonas.
Reducir la contaminación en esponjas

Los estropajos han sido reconocidos como un agente potencial de propagación de microorganismos. Varios estudios indican que bacterias como E. coli pueden sobrevivir en ellos durante horas o incluso días. Debe tenerse en cuenta que una esponja de cocina maloliente es un signo seguro de que contiene bacterias. Así lo reconocían en un estudio realizado en 2014 expertos del Departamento de Microbiología y Patología de NYU Langone (Nueva York, EE.UU), según el cual “donde hay olor, hay gérmenes“. Aunque no desaparecen en la totalidad los gérmenes que pueden encontrarse en un estropajo, hay varias maneras de reducir el riesgo de contaminación cruzada:

*Desinfectar la esponja de forma periódica: una opción es calentarla al microondas durante un minuto, o bien sumergirla de 10 a 30 segundos en una solución de cloro con agua, ya que así se logrará matar los microbios que crecen en la esponja.

*Si bien la desinfección diaria puede reducir el riesgo de contaminación en los estropajos de la cocina, lo ideal es reemplazarlos con regularidad.

*Será importante conservarla en seco después de utilizarla. Si se deja en una encimera, tarda más en secarse y, por tanto, las bacterias se multiplican de manera más rápida.

*Una buena idea es emplearse un sistema de rotación de dos estropajos: tener uno limpio, seco y listo para usar, mientras se utiliza el otro.

*Otro punto importante a tener en cuenta: los restos de comida que puedan quedar en una esponja después de usarla deben retirarse.

En un estudio realizado por la NSF International, una organización de salud y seguridad pública independiente, se comprobó que los estropajos de cocina son uno de los lugares de una casa que más gérmenes alberga. Según sus datos, el 75 por ciento de las esponjas evaluadas dio positivo para las bacterias coliformes y el 18 por ciento tenía gérmenes estafilococos.

Todo esto sirve para demostrar que los estropajos ofrecen un ambiente perfecto para los patógenos, levaduras o mohos, ya que estos se aferran a sus pequeñas grietas húmedas, donde encuentran una constante fuente de “alimento”.


Via vitadelia.com

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