El hierro está presente en las células de nuestro organismo, desarrollando una serie de funciones vitales para el mismo. El desequilibrio de hierro, sea por sobrecarga o por déficit, puede afectar considerablemente a múltiples órganos.
Cuando la anemia es producida por una falta de hierro, conocida también como anemia ferropénica, puede ser motivada por la poca absorción de hierro a través del tracto digestivo, por la ausencia de hierro en la dieta o por un sangrado crónico.
La causa más frecuente suele ser la ausencia de hierro en la dieta. Aunque el tratamiento para la anemia es la administración por vía oral de hierro, es recomendable también aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro para asegurar la máxima absorción. Si se toman suplementos lo más recomendable es ingerirlos:
Entre comida y comida porque la absorción es mayor con el estómago vacío.
Acompañado de un zumo natural de naranja, ya que la vitamina C incrementa la absorción y favorece la conservación del hierro.
Hierro de origen vegetal y animal
El hierro de origen animal es el que mejor se absorbe y se encuentra en alimentos como el pavo, las carnes rojas, el hígado, el conejo, el pescado, los crustáceos y la yema de huevo. El hierro de origen vegetal aunque absorbe con menor intensidad también es aconsejable para combatir la anemia. Este se encuentra en alimentos como las lentejas, los garbanzos, las espinacas, coles, acelgas, espárragos, café, vino, té y chocolate.
Un dato a tener en cuenta cuando queremos combatir la anemia es el no abusar de aquellos productos ricos en calcio, ya que puede disminuir considerablemente la absorción de hierro.
Via masmedicina.com
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