¿Qué es una endodoncia?¿Cuándo debe hacerse?

domingo, 31 de julio de 2016
En este post, me gustaría hablaros, sobre que deberíamos saber cuando un Odontólogo nos dice que nos ha de realizar una Endodoncia en una pieza dental  y porque ha de hacerla. La endoncia de una pieza dental, se conoce vulgarmente como “matar el nervio".

Consiste en extraer del canal interior de la raíz su nervio que va acompañando de vasos sanguíneos, así como la limpieza y desinfección del conducto y su posterior relleno con un material que se sella contra las paredes y dificulta la filtración de bacterias. Al conjunto del nervio y sus vasos sanguíneos se le llama plexo vascular. Éste es el responsable de dar sensibilidad al diente. Es decir, el que hace que sintamos por ejemplo el frío o el calor, que duela espontáneamente el diente, etc.…

El tratamiento de endodoncia se lleva a cabo cuando la pulpa del diente se infecta, de este modo se evitará que la infección pase a otros tejidos y se evitará la pérdida del diente afectado. Este daño a la pulpa se puede producir por caries dentales no tratadas o por accidentes que afecten a los dientes.

Para el correcto diagnóstico de la endodoncia, es necesario el uso de radiografías que permitan  estudiar el diente a fondo, para determinar si hay presencia de infección avanzada a nivel del hueso o determinar si tan solo si hay inflamación de la pulpa con infección leve.
El tratamiento de la endodoncia  se ha de realizar por varias razones:

    La más común es porque el diente tenga una caries muy profunda, bien en la corona del diente o bien en la raíz, que esté cerca del plexo vascular (nervio) o incluso lo toque y en estos casos suele ir acompañado de dolor.


También porque se localice un foco de infección en la punta de la raíz que se visualiza con radiografía, aparece como un área negra o radiolúcida y a veces en boca se ve como “ un granito” en la encía que se llama fístula. Cualquiera de estos signos nos indica hay una putrefacción del plexo vascular que está generando una acumulación de bacterias y pus en el conducto. Se dice entonces que el diente está necrótico.  En este caso no tiene porque haber dolor en el momento que se diagnóstica, puede que ese diente molestase hace tiempo o que nunca haya dolido.

Por causas periodontales: en este apartado podemos distinguir entre las que se hacen porque la infección ataca al diente a través de una bolsa periodontal facilitando que  las bacterias lleguen hasta el nervio a través de ella. Y las endodoncias que se hacen por pérdida de soporte de los tejidos que rodean al diente y hacen que este tenga movilidad. Con la endodoncia conseguimos estabilizar un poquito más el diente.

Por traumatismos bien sean fisuras del diente, luxaciones, fracturas, bruxismo o rechinamiento, movimientos bruscos de ortodoncia,… en este caso, si el dolor y la inflamación del nervio no desaparecen, se endodoncia.

En la mayoría de los casos los tratamientos de endodoncia pueden realizarse en una sola sesión, si bien en algunas ocasiones la situación clínica del paciente, la dificultad técnica del caso, la experiencia del profesional u otros parámetros, pueden hacer necesarias dos o más sesiones, siempre a juicio del profesional que la realiza.

El tratamiento de endodoncia suele ser prácticamente indoloro, ya que a día de hoy se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración. Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo con la masticación, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean el diente. En estos casos se requeriría una medicación adecuada.

Después de un correcto tratamiento de endodoncia y una restauración definitiva del diente, realizada por su odontólogo o estomatólogo, el diente se comportará igual que los demás tanto en su función como en su duración, requiriendo los mismos cuidados de higiene, prevención y revisiones periódicas que cualquier otro diente. En algunos casos en los que existan lesiones previas en los tejidos que rodean el diente, será necesaria la curación de las mismas. Los dientes endodonciados no tienen por qué ser más frágiles que los demás, siempre y cuando sean correctamente restaurados.

En los casos de dientes posteriores, puede ser conveniente proteger las cúspides mediante reconstrucciones adecuadas o coronas, para una mayor durabilidad de los mismos.
Es fundamental no demorar en exceso la restauración de los dientes endodonciados para evitar cualquier complicación o fractura de los mismos. Nuestra primera prioridad debe ser la de intentar que se mantenga la dentición natural.

Cuando no es posible, la alternativa es la extracción y sustitución del diente; pero hay que tener en cuenta que ninguna forma de sustitución, incluida el implante, puede competir con un diente natural en cuanto a estética o propiocepción se refiere.

Las únicas tres contraindicaciones para mantener un diente en boca por medio de una endodoncia son:

    La presencia de una fractura vertical,

    Una proporción desfavorable entre la corona y la raíz o

    Un soporte periodontal insuficiente.

Son los únicos casos en los que se debe valorar una alternativa como puede ser un implante dental. Los estudios científicos muestran un porcentaje de éxito similar entre el diente endodonciado  y el implante.

Tras estas explicaciones, ya podemos saber lo que significaría, hacernos una Endodoncia dental, así que cuando tenemos que ir al Odontólogo no nos cogerá por sorpresa. También debemos saber que el mejor tratamiento dental  es la prevención.

Via ceac.es

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