Aprende a identificar los 8 primeros Síntomas de la Demencia Frontotemporal

martes, 14 de marzo de 2017
La demencia frontotemporal es la causa más común de demencia en personas menores de 60 años. Normalmente comienza entre los 45 y 65 años. Aunque se han documentado casos en los que ha aparecide manera sorprendentemente temprana: a los 21 años.

Este tipo de demencia no es sólo una condición. Más bien, abarca un gran grupo de enfermedades neurodegenerativas que producen deficiencias progresivas en las funciones ejecutivas, en la conducta o en el lenguaje.

Esto se debe a una degeneración de las áreas frontales y temporales del cerebro. Dichas zonas controlan funciones como el razonamiento, las emociones, la autorregulación, el lenguaje, movimientos… entre otras.

¿Por qué comienza esta atrofia?

Actualmente no se conocen las causas exactas, aunque parece que la genética juega un importante papel en el origen de esta enfermedad.

La demencia frontotemporal suele confundirse con otras enfermedades psiquiátricas por sus destacados síntomas de comportamiento.

Cada caso de demencia frontotemporal parece ser diferente, y existen varios tipos según los síntomas predominantes. Lo que sí es cierto es que a medida que la enfermedad avanza, se hace más fácil de distinguir.

Los síntomas pueden aparecer en conjunto, aunque lo más común es que aparezcan primero:

1- Apatía o falta de iniciativa normalmente es el primer síntoma que destacan los cuidadores. El paciente puede manifestar una notable falta de voluntad para comenzar o seguir una conversación. Este síntoma puede confundirse con depresión.

2- Cambios en la personalidad y en el estado de ánimo. Las personas afectadas pueden volverse egocéntricas, retraídas y distantes emocionalmente. Parece como si no se percataran de las emociones de los demás. Otra manifestación es el abandono de las aficiones e intereses que antes tenían.

3- Falta de inhibición e impulsividad. Es como si la persona hubiera perdido la “vergüenza”, comenzando a manifestar comportamientos socialmente inadecuados. Por ejemplo, tocar a personas que no conoce, arrebatos violentos, irritabilidad o sentimentalismo desmesurado.

4- Comportamientos obsesivos o muy repetitivos. Por ejemplo, leer el mismo libro continuamente, acaparar objetos, o repetir constantemente las mismas “muletillas” cuando habla.

5- Conducta sexual inapropiada.

6- Descuido de las actividades diarias que antes realizaba, como la higiene personal.

7- Aumento de peso, debido a que puede darse un incremento del apetito. Estas personas suelen darse atracones de comida, y pueden mostrar fuertes preferencias por dulces o alimentos muy concretos.

8- Falta de conciencia sobre sus síntomas. Estos pacientes no suelen darse cuenta de sus cambios o deterioro. Como consecuencia, algunos pueden resistirse a recibir tratamiento.

Más adelante, pueden aparecer otros síntomas asociados con el habla, el lenguaje, el control motor (tics, debilidad muscular), y la memoria.

Lo cierto es que es fundamental detectar lo antes posible esta condición y buscar ayuda profesional para aumentar al máximo la calidad de vida tanto del paciente como de sus cuidadores.

Via nepsa.es

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