Consejos para vivir mejor

jueves, 16 de mayo de 2013

No importa la edad a la que nos pongamos manos a la obra, cambiar, influir y modificar las variables que determinan el tiempo que vivimos y como de activos nos sentimos durante esos años es posible si seguimos una serie de recomendaciones muy sencillas:

    No fumar
    Disfrutar de actividades físicas y mentales cada día
    Comer una dieta saludable rica en cereales integrales, verduras y frutas y consumiendo mayor cantidad de grasas monoinsaturadas y poliinsaturas que grasas saturadas y grasas trans
    Asegurar el aporte diario de calcio y vitamina D
    Mantener un peso saludable y constante
    Desafiar cada día nuestra mente. Seguir aprendiendo
    Construir una red social fuerte
    Seguir la atención preventiva y respetar las pautas de detección de determinadas enfermedades
    Cuidar la dentadura
    Consultar con el médico el uso más correcto de los medicamentos, evitar la auto-medicación.

Fumar contribuye a la aparición de enfermedades de tipo cardíaco, osteoporosis, enfisema y otros problemas pulmonares crónicos, además de accidentes cerebro-vasculares. Fumar hace que la respiración durante el ejercicio sea mucho más difícil y por lo tanto puede hacer que la actividad física sea menos atractiva. Después de que una persona deje de fumar, el riesgo de padecer este tipo de enfermedades cae en picado a los pocos meses y ciertos estudios indican que después de 4-5 años el riesgo de padecer determinadas enfermedades se reduce al de personas no fumadoras.

El consumo de alimentos saludables puede ayudar a prolongar la vida y mejorar la salud. La dieta ayuda a evitar dolencias que suelen afectar a personas de edad avanzada, enfermedades del corazón, hipertensión, cáncer y cataratas. Debemos atenernos a una dieta básica, en la que se utilice productos de temporada. En nuestra dieta prevalecerá el consumo diario de frutas y verduras frescas siempre que sea posible, las legumbres y los cereales integrales formaran parte fundamental de nuestra dieta, donde el consumo de carnes, pescados y huevos nos servirá de aporte de proteínas de alto valor biológico, además los pescados azules no servirán de fuente de ácidos grasos esenciales y vitaminas y minerales.

Es importante controlar lo variada y equilibrada que es nuestra dieta, pero también es importante aportar la cantidad correcta de calorías. Un aporte continuo de calorías por encima de nuestras necesidades provocará sobre peso y a largo plazo obesidad.

En el caso de que padezcamos sobrepeso, este es un buen momento para plantearnos objetivos reales. En conjunto, la atención de un médico de cabecera y de un nutricionista nos puede aportar el control y el consejo que necesitamos para bajar peso de forma saludable. Las recomendaciones indican que la pérdida gradual de 500 g semanales provoca el menor impacto a nivel fisiológico. Para poder conseguir este objetivo debemos plantearnos reducir alrededor de 500 kcal la cantidad de energía que ingerimos cada día.

Intensificar la actividad física y la actividad intelectual es otra pieza fundamental en este nuevo proyecto. La realización de actividad diaria, comenzando de forma progresiva, y adaptando ésta a nuestras posibilidades.Caminar es un ejercicio seguro para todo el mundo, debemos tomar ciertas precauciones, no olvidemos que caminar es un ejercicio de contacto con una superficie dura que puede dañar o empeorar el estado de nuestras articulaciones, en determinadas circunstancias, la natación o los paseos en bicicleta ocasionan menos problemas a nivel articular. La decisión de realizar uno u otro tipo de ejercicio será una decisión que deberemos tomar en consonancia con las recomendaciones de nuestro médico.

Las pautas básicas: alimentación, ejercicio físico, inquietud intelectual y hábitos saludables como no fumar, son la base para vivir más y mejor.

Via .saludyvidasana.es

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