Embarazo psicológico

viernes, 1 de noviembre de 2013

El embarazo psicológico es un trastorno psicológico que afecta a mujeres con un deseo desmedido por ser madres o a chicas jóvenes que tienen temor a quedarse embarazadas

Aunque resulte difícil de creer, el embarazo psicológico, fantasma o utópico –conocido científicamente como pseudociesis– existe. El también llamado síndrome de Rapunzel es un trastorno psicológico que deriva del intenso y desmedido deseo de convertirse en madre o del temor de concebir un bebé. Es un fenómeno poco frecuente que sucede cuando una mujer manifiesta todos o varios de los síntomas físicos propios de un embarazo sin estar realmente embarazada.

Normalmente, el embarazo psicológico o imaginario se produce como consecuencia de dos sentimientos muy opuestos: el anhelo y la obsesión de quedar en estado y tener un hijo y el miedo a estar embarazada, sobre todo, en mujeres jóvenes que comienzan a tener relaciones sexuales. Ese convencimiento patológico de estar gestando una nueva vida da lugar a una serie de alteraciones hormonales que provocan cambios en el cuerpo de las mujeres. Por así decirlo, sus emociones ocultas se manifiestan como síntomas o signos gestacionales.


Síntomas

La pseudociesis no es más que una respuesta orgánica, puesto que las hormonas se ponen en marcha como si tratase de un embarazo normal ante un estado ficticio. Cuando una mujer cree estar embarazada pero en realidad no lo está, suelen aparecer las siguientes manifestaciones: ausencia de la menstruación, aumento del volumen abdominal, cambios en la pigmentación y el tamaño de los senos y otros síntomas típicos del embarazo, tales como nauseas, vómitos, dolores de espalda, percepción subjetiva de que el feto se mueve, etc.
Tratamiento

El embarazo psicológico afecta en mayor medida a aquellas mujeres que sufren episodios depresivos, problemas de infertilidad o dificultades para llevar la gestación a término. A veces, van peregrinando de médico en médico en busca del diagnostico deseado, aunque el test de embarazo dé negativo. Para descartar la existencia de un feto y la gravidez real y confirmar un caso de pseudociesis, corresponde realizar una ecografía.

La postura que habitualmente adoptan las mujeres que padecen este trastorno somatomorfo es la de no creer al médico y visitar a otros especialistas. Más que tratamiento ginecológico, necesitan terapia psicológica para ser capaces de entender que los síntomas que experimentan son reacciones psicosomáticas y que no están embarazadas. El especialista debe manejar estas situaciones con tacto y derivar a la paciente a otro tipo de profesional, como puede ser un psicólogo, que la ayude a comprender el origen de este trastorno, a salir de esa realidad irreal y a superar el embarazo psicológico.

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