Tips caseros para darle batalla al estrés

sábado, 18 de enero de 2014

Corrés todo el año para poder cumplir con el trabajo y organizar la casa. ¿Sentís que no das más? Tu día te cuenta qué hacer para aliviar tensiones.

¿Cuántas veces decís tengo que parar? ¿Cuántas veces realmente le ponés un freno al trajín diario? En medio de la vorágine del trabajo, la casa, la familia, también es tiempo de dedicarte un espacio para vos. En esta nota te contamos cómo reducir el estrés de todo un año, pero sin gastar grandes sumas de dinero. La solución está en casa.

En primer lugar, si decís que no vas a hacer nada cuando llegues a tu hogar, no lo hagas. Tampoco ocupes todo el fin de semana o los días de descanso para hacer aquello que no pudiste durante la semana (ordenar placard, ir al súper, hacer limpieza general, entre otras). Si bien esto puede ser útil para la organización de la casa, no es funcional para tus momentos de ocio. Reservá un día para desconectarte de cualquier tipo de obligación y compromiso.

Comenzá con el pie derecho. Al empezar el día no saltes de la cama. Siempre es mejor "entrar al día" de a poco. Copiá a los gatos: desperezate tal como lo hacen ellos y verás que la energía entra en circulación. No salgas corriendo a tomar el colectivo; a veces, es preferible levantarse media hora antes y arrancar de a poco, haciendo un buen desayuno. Tené en cuenta que a la mañana es el mejor momento para meditar, hacer yoga o seguir una rutina física.

Otro secreto es darse una buena ducha energizante (si tenés bañera, nada mejor que un baño de inmersión). En el mercado hay infinidad de sales y aceites que ayudan a descontracturar. Además, siempre y cuando te asegures no quedarte dormida, podés prender unas velas aromatizantes o bajar la luz.

Tiempo para vos. En la organización de la rutina diaria dejá una parte del día para dedicarla íntegramente a hacer algo que te resulte placentero (leer, dibujar, mirar una peli). Pueden ser dos horas, una, un ratito. Lo importante es que lo hagas y que seas tan responsable con eso como con las obligaciones.

A la hora del almuerzo o la cena evitá ver menos noticias, especialmente aquellas que sólo hablan de muertes, accidentes y hechos trágicos. Escuchá más música, es la manera más sencilla de mover la energía.

También vale

» Hacé de tu espacio un lugar sagrado. Elegí los colores, aromas, plantas o flores que te gusten. Deshacete de lo que no te gusta y mové los muebles de lugar.
» No te lleves los problemas del trabajo a casa. Apagá la computadora y, si es necesario, el celular también.
» No hagas todo junto. No intentes cocinar mientras separás la ropa para lavar y vigilás a los chicos.
» Sacate el maquillaje, vestite con ropa cómoda y escuchá música tranquila. No te acuestes ni bien termines de comer.
» Hacé ejercicios de respiración para relajarte.
» Poné bolsitas de lavanda debajo de las almohadas y aromatizá con lavanda o romero.

Fuente diaadia.com.ar

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