Las fobias, enemigas de la salud mental
Un miedo real, excesivo y apabullante puede afectar la calidad de vida y la salud de una persona por el resto de su existencia. Qué es una fobia, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla, a continuación.
Miedo, llanto, escalofrío, pánico. Eso es lo que sentía Laura* cuando veía una paloma en frente suyo. “Sentía que el aire se me iba y que tenía que huir cada vez que veía un pájaro así. No sabía lo que me estaba pasando. Sólo sé que ese terror se apoderaba de mí y no había manera de controlarme”.
Como Laura, millones de personas sufren de fobias, o, según la RAE “una aversión obsesiva a algo o alguien”. Enmarcadas dentro de los trastornos de ansiedad, las fobias representan un problema de salud mental que influye negativamente en el bienestar de una persona.
Y es que aunque todos podamos sentir miedo o angustia en cualquier momento, ya sea por una situación estresante como presentar un examen en la universidad o hablar en público, cuando esa sensación nos paraliza, se mete en nuestros pensamientos y sentimientos y nos limita a la hora de vivir y disfrutar nuestra vida, estamos hablando de una fobia.
Lo cierto es que no hay claridad sobre el origen de las fobias: estas pueden empezar desde muy temprano en la vida de una persona y, sin control médico, continuar afectando su salud en la adultez y vejez. También, algunas fobias nacen por consecuencia de abuso de sustancias, eventos traumáticos o enfermedades como la depresión.
Síntomas
Algunos síntomas de que una persona puede padecer una fobia son:
- Llanto.
- Temblores.
- Ansiedad.
- Escalofríos.
- Sudoración.
- Pérdida de control.
- Taquicardia.
- Deseos de huir o escapar de la situación.
Fobias más comunes
Las fobias más comunes que existen son:
- Acrofobia: Miedo a las alturas.
- Claustrofobia: Miedo a permanecer encerrado.
- Aerofobia: Miedo a volar en avión.
- Necrofobia: Miedo a la muerte.
- Aracnofobia: Miedo a las arañas.
- Agorafobia: Miedo a permanecer en lugares abiertos, donde no se pueda recibir ayuda.
- Nictofobia: Miedo a la oscuridad.
- Glosofobia: Miedo a hablar en público.
- Ofidiofobia: Miedo a las serpientes.
- Espectrofobia: Miedo a los fantasmas.
¿Qué hacer?
Si piensas que una fobia está condicionando tu vida, es hora de ir al especialista. El miedo es un sentimiento que nos humaniza, pero a la vez puede y debe controlarse, por tu bien y el de las personas que hay a tu alrededor. Las fobias pueden controlarse y aprender a manejarse: consulta con tu médico el tratamiento adecuado.
Via sura.com
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