Niños, no adultos pequeños

miércoles, 16 de julio de 2014
Creer que los niños pueden tomar cualquier droga, solo que en menor dosis, y que el medicamento tendrá el mismo efecto en ellos, es una equivocación que puede ser bastante riesgosa.

A la hora de administrar medicamentos a los niños no es tan simple como pensar que son adultos pequeños. El cuerpo humano pasa por distintas fases durante su formación, en la que tanto su composición corporal como su metabolismo son diferentes. Por eso, cada vez que se vaya a medicar a un niño hay que tener en cuenta la fase en la que se encuentra, olvidándose de esa idea de que los niños simplemente necesitan la mitad de la dosis de los adultos.

El organismo de un niño tiene muchas variaciones respecto al de un adulto, incluso en los distintos grupos de edad. Por ejemplo, un recién nacido es aproximadamente 70% de agua; un prematuro puede serlo, incluso, en 80%; mientras que un adulto es tan solo 55% de este líquido. Ese solo hecho influye de manera trascendental en la forma de absorción, de distribución y en el metabolismo de las personas, el cual va madurando con el paso de los años. Igualmente, la piel de un bebé o un lactante es mucho más fina y frágil que la de un adulto, por lo que absorbe mucho más rápido y profundamente cremas o pomadas que se apliquen sobre ella.

Por eso, todo medicamento recetado por un profesional médico a un niño tiene unas indicaciones propias que deben cumplirse si no se quiere correr el riesgo de intoxicar su organismo. Y si hay que tener cuidado con los medicamentos recetados, con mucha más razón hay que tenerlo con aquellos de venta libre.

El grado de concentración

La dosis adecuada para un niño se calcula según su peso y superficie corporal. Según su fisionomía, el metabolismo de un niño está menos preparado para absorber y eliminar sustancias que el de un adulto, por lo que si recibe una sobredosis de un medicamento, este puede acumularse en el organismo y provocar una intoxicación.

Por eso, todos los medicamentos tienen en sus instrucciones las dosis adecuadas y recomendaciones para la administración en menores. Si no dice nada sobre los niños, ten cuidado porque seguramente se trata de un medicamento solo para adultos, que no ha sido probado en menores.

Destacado

La sobredosis de acetaminofén es, en el mundo, la primera causa de intoxicación farmacológica  en niños.

Es muy importante que la familia y todas las personas que en un momento dado puedan estar a cargo del niño, conozcan bien las dosis y recomendaciones del medicamento que le están suministrando, sobre todo porque los infantes nunca estarán tan preparados para sobrellevar una sobredosis como un adulto.

Medicamentos  contraindicados para niños

Acetaminofén y otros analgésicos: por ser tan eficaces en gripas y resfriados suelen ser muy usados. Pero pasarse de la dosis indicada puede causar falla hepática y terminar siendo, incluso, mortal.

Antibióticos de la familia de la ciclina: medicamentos como la tetraciclina suministrados en menores de ocho años de edad causan decoloración y debilitamiento de los dientes.

Antidepresivos: pueden aumentar el riesgo de suicidios en niños y adolescentes.

Jarabes y medicamentos sin receta médica contra la tos y el resfriado: su uso excesivo puede producir somnolencia, mareos y hasta convulsiones y arritmias en los bebés.

Antibióticos: si se usan por menos tiempo del indicado, terminan llevando a que las bacterias se vuelvan resistentes a estos medicamentos.

Ibuprofeno: al igual que con el acetaminofén, la dosificación de ibuprofeno en bebés debe ser muy cuidadosa para evitar un daño hepático.

Fuente: sura.com

0 comentarios:

Publicar un comentario