Un estudio relaciona las bebidas carbonatadas con los paros cardiacos

sábado, 12 de septiembre de 2015
Establece una correlación entre el consumo de este tipo de refrescos con la incidencia de enfermedades cardiovasculares y accidente cerebrovascular.

Investigadores de la Universidad de Fukuoka, en Japón, han dirigido una investigación que sugiere que las bebidas carbonatadas están vinculadas con los paros cardiacos. Este estudio, en el que han participado casi 800.000 personas, demuestra que limitar el consumo de este tipo de refrescos puede ser beneficioso para la salud.

Según el investigador principal de este trabajo, Keijiro Saku, que ha sido presentado recientemente en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Londres, "las bebidas gaseosas con frecuencia aumentan el riesgo de síndrome metabólico y la enfermedad cardiovascular". Además, añade, "el ácido de esas bebidas podría desempeñar un papel importante en esa asociación".

Para este estudio, los investigadores se basaron en ataques cardiacos que se daban fuera del hospital estableciendo una relación de causalidad entre estos problemas de salud y los pacientes analizados en la investigación.

Por su parte, el director ejecutivo de la sanidad pública de Inglaterra, Simon Stevens ha manifestado recientemente que “hay un repiqueteo constante de evidencia que muestra que el azúcar y la obesidad no sólo están causando cáncer, sino toda una serie de otros problemas de salud”. Asimismo, ha asegurado que “no hay absolutamente ninguna razón para que los niños beban bebidas azucaradas. Ellas no tienen ningún valor nutricional y son perjudiciales para la salud”.

Lo cierto es que este tipo de bebidas suponen riesgos para la salud según varias investigaciones. Por ejemplo, un estudio reciente publicado en la revista científica Circulation concluye que el consumo de las bebidas azucaradas podría estar detrás de casi 184.000 muertes en adultos cada año. De hecho, reducir su consumo evitaría decenas de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares. Sólo una lata de refresco de 330 mililitros de Coca-Cola suele contener 35 gramos de azúcar, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció recientemente que el consumo máximo de azúcar no debería sobrepasar los 25 gramos.

Para llevar a cabo esta investigación, sus autores seleccionaron los refrescos azucarados que contenían al menos 50 kilocalorías por cada 23 centilitros. El equipo midió su consumo con los datos obtenidos en 62 modelos de encuestas sobre la dieta personal y sobre la disponibilidad de azúcar en 187 países. Por último, emplearon estudios médicos sobre los efectos en la salud y meta-análisis estadísticos para calcular el impacto directo en la diabetes, y los efectos indirectos en los problemas relacionados con la obesidad como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer.

Via consalud.es

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