Cómo afectan las emociones negativas a nuestra salud

miércoles, 10 de febrero de 2016
Las emociones y nuestro cuerpo físico pueden estar más conectados de lo que nos imaginamos. Quizás sepas de forma muy general al menos que las emociones que sentimos son producto de una combinación de químicos y sustancias dentro de nuestro organismo.

Algunas hormonas como la serotonina, la dopamina o la oxitocina pueden hacernos sentir bien y alegres. Por otro lado, el cortisol (liberado durante situaciones de estrés) puede hacernos sentir sensaciones no tan placenteras, como aquellas que se dan cuando nuestro cuerpo percibe amenazas y entra en modo de supervivencia.

Pero entonces, ¿esto significa que el cerebro reconoce que existen situaciones ‘positivas’ y otras que son ‘negativas’? Podría decirse que sí y que no.


La verdad es que depende mucho de la percepción que tiene cada individuo. Quizás a algunos les angustie la idea de hacer una larga fila en el banco… pero para otros no es nada más que una simple rutina y no le dan mayor importancia. Algunos se alegrarán mucho si les regalas un peluche, pero otros sólo sonreirán cortésmente y tratarán de disimular su decepción.

Esto quiere decir que con las mismas situaciones, distintas personas pueden liberar químicos diferentes. Como podrás imaginar, esto tiene que ver con las experiencias pasadas de cada uno.

Pero también quiere decir que la forma en la que está programada tu mente puede afectar el funcionamiento de tu cuerpo, así como tu salud. Podemos tener una actitud positiva hacia la vida en general para disfrutar de un organismo más sano, o bien podemos sufrir de pensamientos autodestructivos que dañan la salud de todo el cuerpo, o al menos de ciertas partes específicas.

    Nuestras emociones y experiencias son básicamente energía guardada en la memoria celular del organismo. Si aún cargas con una cicatriz emocional, es probable que cierta parte de tu cuerpo todavía pueda sentir ese dolor de forma física.

El dolor de cuello, hombros, espalda, etc. puede ser a veces el resultado de conflictos emocionales que no se han resuelto.

Con frecuencia no lo creemos o lo dudamos, pero esto se debe a que hoy en día vivimos tan desconectados de nuestras emociones que hacemos caso omiso a lo que el cuerpo realmente nos pide.

Observa detenidamente, escucha y date cuenta de si hay algo atrapado en ti que necesita salir o ser tratado. Las emociones negativas pueden hacerle mucho daño a tu organismo si se quedan guardadas, así que considera informarte más para cuidar tu salud mental, así como la física.

Via mejoratumente.com

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