Trabajar por la noche afecta a la salud y acorta la vida

domingo, 14 de febrero de 2016


La solución pasaría por adaptar su vida completamente al horario nocturno

Son muchos los estudios que coinciden en que trabajar por la noche no es saludable. Los empleados que se enfrentan a este turno tratan de recuperar el sueño perdido durante el día, pero rara vez lo logran, y acumulan el tiempo de descanso al final de la semana.

La última investigación que apunta en este sentido afecta a las enfermeras de Corea del Sur que trabajan en el turno de noche, que son más propensas a ser obesas. En la misma línea, un estudio anterior sobre los trabajadores jubilados chinos que trabajaban por turnos en el sector de los automóviles sufrían una presión arterial más alta y diabetes. Por último, un estudio francés publicado en 2014 señala que el trabajo por turnos se asocia a un deterioro cognitivo equivalente a tener entre seis y diez años más de edad.

Son dos los problemas que se asocian a trabajar por la noche, según apunta el Derk-Jan Dijk, de la Universidad de Surrey, en declaraciones a The Economist. Por un lado, afecta al ritmo biológico del cuerpo, encargado de regular la vigilia y el sueño, y que queda descuadrado: los trabajadores nocturnos comen cuando sus cuerpos no están preparados para ser alimentados, y tratan de dormir cuando no están cansados.

No duermen lo suficiente

Y ese es el principal problema al que se enfrenta la gente que cubre el turno nocturno: que no duerme lo suficiente. Lo que aún no está claro es la vinculación entre el trabajo nocturno y algunas de las enfermedades. No se sabe si se debe a los efectos del sueño y el cansancio en la salud, a la mala alimentación (por la noche no es tan fácil encontrar comida sana, y se acaba recurriendo en exceso a comida basura), si por el cansancio se come en exceso...

Una posibilidad para estos trabajadores pasa por adaptar su vida completamente al horario nocturno, pero los fines de semana, con los compromisos, las obligaciones sociales y la luz del sol se convierte en una tarea casi imposible. Uno de los colectivos que se ha beneficiado de esta conversión es el de los trabajadores de las plataformas petrolíferas, que duermen en habitaciones sin ventanas y no tienen fines de semana libres, lo que facilita el proceso, según el experto.

Via eleconomista.es

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