Actividad física, el equilibrio entre salud física y mental que te beneficia

miércoles, 2 de marzo de 2016
Cuando practicamos algún tipo de actividad física, ciertamente llegamos más cansados pero también nos sentimos más ligeros, y relajados. Ello se debe a los beneficios que provoca la actividad física en la salud, la cual nos permite liberar estrés, ansiedad y otras preocupaciones.

Si practicamos deporte de forma regular, el organismo es capaz de combinar esa reducción de estrés y cansancio, donde lejos de perjudicar al organismo, presenta grandes cargas positivas que no solo fortalecen los músculos o tonifican el cuerpo, sino que además contribuyen a equilibrar la salud mental.

El tiempo regular y diario de deporte varía dependiendo de la persona y situación. Es necesario contemplar la edad, enfermedades y otros datos sobre el estilo de vida, para establecer una orientación más acertada.

A pesar de ello, la Organización Mundial de la Salud establece de forma genérica que todas las personas adultas, siempre que cuenten con una buena salud, pueden realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica, con una intensidad moderada semanalmente, o al menos 75 de minutos de alta intensidad para conseguir mejores beneficios.

De esta forma, los expertos internacionales, aconsejan realizar ejercicios sencillos como levantar pesas, no de gran peso, donde intervengan los grandes grupos musculares entre una y dos veces en semana. Así mismo se recomienda dosis superiores de ejercicios, entre los que se detallan 300 minutos de ejercicio moderado, o 150 de ejercicio con mayor intensidad de forma semanal, que aporten beneficios adicionales dentro de la salud.

La actividad física muestra diversos beneficios tanto para el organismo de forma física, como para el equilibrio mental, cuyos resultados añaden que es capaz de mejorar las conexiones cerebrales, e incluso el flujo sanguíneo. Incrementa los niveles de factores neurotróficos que se establecen dentro de la reparación y crecimiento de nuevas neuronas. Además es capaz de disminuir el estrés oxidativo, y contribuye a depurar determinadas proteínas nocivas que pueden dar paso a nuevas enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Párkison.

Dentro de los indicadores cardiovasculares, el ejercicio crónico es capaz de generar efectos antiinflamatorios, así como mejora el flujo sanguíneo, como también mencionamos anteriormente.

Estar activo no solo contribuye a la eliminación de toxinas de forma diaria y regular, sino que además ayuda a combatir contra otras posibles enfermedades, como el cáncer, ya que la actividad física es capaz de disminuir las hormonas sexuales y otras hormonas metabólicas, por lo que reduce los daños oxidativo. Genera además la creación de moléculas que forman una barrera para la expansión del cáncer como SPARC, o calprotectina, así como estimula la función inmune.

Es necesario combinar una dieta saludable, que implique alimentos naturales y con alto valor nutricional, con el fin de que los beneficios de la actividad física también vayan acompañados de una alimentación más adecuada.

Via mejoreshabitos.com

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