Cómo mantener los hábitos de higiene dental en el trabajo

martes, 21 de marzo de 2017
¿Es el trabajo un condicionante para mantener buenos hábitos de higiene y salud bucodental? Las cifras y los estudios sobre este tema así lo indican ya que se estima que más de un tercio de los españoles descuida su rutina de cuidado bucal en el entorno laboral. Esto se debe, entre otros motivos, y aunque parezca mentira, por la falta de hábito.

Por otro lado, la ausencia de instalaciones adecuadas o el poco tiempo por la actividad laboral son otros de los motivos. Sin embargo, la mayoría de los españoles manifiesta que su actividad laboral no influye sobre su salud bucodental.

¿Cómo se manifiesta el estrés en la salud bucodental?

En el caso de las personas que consideran que su trabajo sí afecta apuntan el estrés laboral como principal motivo de las dolencias bucodentales.

Entre las diferentes manifestaciones del estrés en la salud bucodental se encuentra el bruxismo, es decir, el rechinar y apretar los dientes de forma inconsciente principalmente al dormir. Su principal consecuencia es dolor en los músculos de la masticación y el desgaste de las piezas dentales.

En el campo de la salud bucodental en el entorno laboral queda camino por recorrer. Por ejemplo, incluir la revisión bucodental en los reconocimientos médicos se contribuiría a la concienciar a la población sobre la importancia de la prevención, que pasa por acudir al dentista al menos dos veces al año.

Además, desde Centro Odontológico Internacional Majadahonda seguimos apostando por cambiar la concepción de la salud bucodental. Por ello, damos 3 sencillas recomendaciones sobre el cepillado de dientes que todos deberíamos conocer y poner en práctica:

1. Barrer, no fregar: el objetivo de lavarse los dientes es eliminar los restos de comida y los microbios, no extenderlos por la boca.

La manera correcta de cepillarse los dientes es de arriba a abajo, no de derecha izquierda, pues de esta forma no corremos el riesgo de expandir y esto genera sarro y gingivitis. Además, hay que limpiar los dientes por delante y por detrás, así como los espacios entre estos y la lengua.

Especial atención a la cantidad de pasta de dientes. Si se usa demasiada, la boca se llena de espuma, provocando una sensación de limpieza no real. Lo más correcto es realizar un primer lavado de dientes sin dentífrico, para después volver a repasar con la pasta.

2. Esperar a menos media hora: es lógico pensar que el mejor momento para lavar la dentadura es después de comer, pero es un error ya que de esta manera se frota el ácido, el mayor enemigo de los dientes. El ácido desmineraliza y debilita la superficie del diente, lo que nos hace más propensos a la caries. Por el contrario,  si nos cepillamos después de 30 minutos, la saliva  hará que disminuya el nivel de acidez.

3. Enjuagarse con agua o colutorio: una buena alternativa a lavarse los dientes después de comer es enjuagar la  boca con agua o bien con colutorio, esto hace que los niveles de pH se normalice.

Via coimsa.es

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