¿Qué es el ataque de pánico?

martes, 24 de mayo de 2016
Es posible que alguna vez hayas escuchado hablar sobre los ataques de pánico, son más comunes de lo que te puedas imaginar. Un ataque de pánico es como una oleada de intensa ansiedad y síntomas físicos difíciles de controlar.

Puede ser realmente aterrador para la persona que lo padece, aunque también puede pasar de repente. Un ataque de pánico puede aparecer sin más, sin una razón coherente para que aparezca.

El ataque de pánico

El ataque de pánico es conocido también como crisis de angustia. Si nunca has tenido un ataque de pánico es probable que hayas escuchado de alguien que sí lo haya tenido, y si sí lo has padecido, es probable que ahora mismo estés recordando los síntomas tan angustiosos que se experimenta. Pero, ¿de qué se trata exactamente cuando hacemos referencia a un ataque de pánico o de angustia?

Una persona que sufre un ataque de pánico no necesariamente sufre un trastorno o enfermedad mental, puede ser algo puntual, pero se deberán buscar las razones subyacentes por la que se ha desencadenado. Una persona que sufre un ataque de pánico, sufre absoluto terror sin una razón aparente. Durante el ataque se producen intensos síntomas físicos que resultan muy intensos.

Los síntomas del ataque de pánico

Algunos de los síntomas más característicos son: dificultad para respirar, hiperventilación, temblores, mareos, taquicardia, etc. Un ataque de pánico puede ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar. La persona que lo padece no puede evitarlo y lo pasa realmente mal ya que los síntomas se sienten como realmente desagradables.

Tanto es así, que hay personas que cuando sufren un ataque de pánico se confunden y piensan que están sufriendo un infarto o una angina de pecho. El miedo que entra es horrible porque lo primero que se les pasa por la cabeza es que van a morir, entonces la ansiedad aumenta y puede haber más ataques de pánico entrando en un círculo vicioso muy complicado del romper.

Algunos síntomas característicos del ataque de pánico:

    Taquicardias
    Palpitaciones
    Temblores
    Dificultad para respirar (hiperventilación)
    Sensación de ahogo
    Náuseas
    Hormigueo en los dedos y en las extremidades
    Zumbido en los oídos
    Sequedad de la boca
    Sudores
    Dolor en el pecho
    Sensación de pérdida de la cordura
    Sensación de pérdida de la conciencia
    Dolor de barriga
    Dolor de cabeza
    Ganas de hacer diarrea
    Sensación de miedo extremo, angustia, pánico y terror

Si tienes por lo menos 4 de estos síntomas es probable que estés padeciendo un ataque de pánico o una crisis de angustia.

¿Cuánto dura un ataque de pánico?

Normalmente un ataque de pánico puede durar entre 5 y 20 minutos (en casos muy raros puede durar hasta una hora), pero no son peligrosos aunque la persona piense que algo va realmente mal. Aunque muchas personas pueden acabar ingresadas en el hospital después de haber sufrido un ataque de pánico.

¿Qué causan los ataques de pánico?

Los síntomas físicos de un ataque de pánico son causados porque el cuerpo entran en un modo de “lucha o huida”. A medida que el cuerpo entra en este estado es estrés sin control, el cuerpo trata de tomar más oxígeno y la respiración se acelera. El cuerpo libera hormonas como la adrenalina y provoca que el corazón lata más rápido y que los músculos se tensen.

¿Qué hacer ante alguien que padece un ataque de pánico?

Si te encuentras ante una persona que está padeciendo un ataque de pánico, puedes tener una actitud de darle seguridad, de contener su comportamiento, dale un tono verbal cálido y afectivo. Trata de calmar a la persona llevándole a la tranquilidad y expresándole que todo va a pasar, que todo estará bien, que no se va a morir que es un ataque de pánico pero que no es un infarto.

Es necesario mantener el contacto corporal con la persona que está sufriendo el ataque de pánico. Esa persona necesitará calidez, cariño, mimos, necesitará que entiendas sus emociones que haya comunicación afectiva… necesitará sentir que no está solo y que hay alguien a su lado dispuesto a ayudarle en todo lo que haga falta.

Además, también será necesario ayudar a la persona que está sufriendo el ataque a que regule la respiración y ofrecerle una bolsa de papel o algo semejante para que sea capaz de controlar sus respiraciones sin que llegue a hiperventilar. La relajación muscular también puede ser una buena idea para que la persona que está teniendo el ataque de pánico se relaje y se tranquilice.

Si estás presente cuando alguien está teniendo un ataque de pánico, es muy importante que quites de tu alrededor a las personas que hayan, sobre todo a menores o a personas que no entiendan qué le está ocurriendo y que opinen sin respeto ante la persona que lo está pasando realmente mal. Las personas que opinan sin saber qué es realmente un ataque de pánico pueden hacer mucho daño emocional.

Tratamientos para las personas que sufren ataques de pánico

Una persona que padece ataques de pánico, una vez que se serena después de la crisis podrá comprender que la sintomatología que ha sufrido es a causa de un trastorno biológico del cerebro porque los indicadores de “alarma” de supervivencia se disparan sin motivo por conflictos psicológicos relacionados normalmente, por la falta del cuidado afectivo que está combinado con la sobreprotección, la falta de libertad en las personas y por una fuerte dependencia emocional hacia otras personas.

El paciente con ataque de pánico, una vez serenado, podrá comprender que dicha sintomatología se debe a trastornos biológicos del cerebro que se “disparan” por una excesiva alarma, por conflictos psicológicos relacionados con la falta de cuidado afectivo combinado con la sobreprotección, por la falta de libertad y por la presencia de una dependencia.

El tratamiento que requiere una persona que tiene ataques de pánico siempre tendrá que trabajarse a tres niveles: biológico, psicológico y social.

Será necesario que con la atención de un profesional se reestablezca el equilibrio del funcionamiento cerebral. Suele conseguirse con la receta de psicofármacos y con terapias para poder trabajar a nivel neurobiológico. También se puede trabajar en grupo en terapia para poder compartir y aprender a pedir ayuda.

Via .bezzia.com

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